miércoles, 27 de julio de 2011

Dos semanas: sin rastro de Nancy Navarro (y una esperanza)




















Dos semanas sin saber dónde está, si habrá comido, dónde descansará, si estará bien: Nancy Navarro. Desaparecida. En el centro de Ciudad Juárez.

Esta mañana Lucy se levantó a las seis de la mañana. Alistó la ropa de su esposo para que fuera a trabajar como mesero a un restaurante y soñó en poder decir una sola frase: Nancita, ven a almorzar. ¿Qué quieres?

Y ella quiso haber escuchado que su hija quería un huevo en torta, con salsa de tomate, chorizo, tomate y cebolla.

"Lo más duro es despertarte y no ver a mi hija. Me tiene angustiada que esté triste, esté pensando en su bebita, en nosotros. Mi dolor es tan profundo que no se lo deseo a nadie", afirma Lucy Muñoz, mamá de Nancy y de tres pequeños más.

"Ahora que mi niña aparezca nos vamos a ir las dos a estudiar. Y no la voy a dejar sola a mi niña, ni a ninguno de mis hijos. Ahora tengo más esperanza", subraya.

La esperanza la tuvo al ser recibida hoy por el Secretario de Seguridad Pública Municipal Julián Leyzaola, tras sufrir el lunes disparos de la Policía Federal en el vehículo blindado en el que viajaba mientras morían 17 reos en la prisión del Cereso Municipal en un suceso todavía no aclarado.

El encuentro duró unos 50 minutos. Y se produjo tras contactar con él en un evento público y solicitarle una cita. En la reunión, Leyzaola -que llegó de Tijuana para asumir su cargo en Juárez en marzo- prometió a la mamá de Nancy Navarro que va a tener resultados.

"Inspira confianza y te da la impresión que es una persona que viene a arreglar las cosas, con mano fuerte, no se ve que tenga compromiso con nadie. Le vamos a pedir que Dios le ilumine y lo cuide para que nos regrese a Nancy y todas las niñas desaparecidas", afirma Lucy, que trabaja limpiando casas.

A la entrada de la estación de Policía Babícora, donde tuvo lugar la reunión, la mamá de Nancy Navarro vio que en el pizarrón no había ninguna foto de niñas desaparecidas.

"Eran puras pesquisas de niños. Uno piensa que no más las niñas se pierden y en los niños también está pasando".

Y Lucy puso la de su hija de 18 años: tez blanca, cabello chino con rayos y ojos grandes rasgados. Y al salir de la oficina le dijo al Secretario de Seguridad Pública Municipal Julián Leyzaola:

-"Si me encuentra a mi Nancita le traigo tamales y champurrado".

Y él no más se rió.



*FOTO: aquí puedes ver a la mamá de Nancy Navarro con la foto de su hija, desaparecida. Lucy sale todos los días por las calles de Juaritos en busca de su hija mayor, que desapareció el 13 de julio al tomar una rutera a las 11 de la mañana desde la colonia Francisco I. Madero al centro de la ciudad, donde se dirigía a buscar trabajo. En la noche, oración en su casa con su famila, amigos y vecinos. En la tarde de mañana jueves habrá una misa en su hogar para rogar el regreso de Nancy.

miércoles, 20 de julio de 2011

Buscando a su hija, Nancy Navarro: de mamá a detective: las autoridades no activan el Protocolo Alba de búsqueda

 @Judithtorrea


 @Judithtorrea









En casa de Lucy Muñoz hay unas lonas con una misma foto, unos niños que lloran y una ausencia, Nancy Navarro: desde hace una semana.

En una mesa, hay un cuaderno. En él, apunta todo lo que ha averiguado desde que su hija tomó la ruta desde la colonia Francisco I. Madero al centro de Ciudad Juárez; diseña una estrategia de búsqueda, y escribe cómo podría llegar a conversar con las autoridades para que su hija aparezca.

También, hay ocho veladoras, una por cada día "para que no le falte la luz de su familia y me la regresen". Es como la mamá de Nancy Navarro intenta no derrumbarse.

"Yo pensaba que para el día de hoy íbamos a tener a Nancy", dice Lucy, de 37 años.

Noches eternas: con sus días. Sin querer comer: sólo buscarla. Son las 11 de la mañana del miércoles 20 de julio. A esa hora, fue la última vez que vio a su hija antes de ir a buscar trabajo.

Desde que desapareció, ha recorrido las calles de Juárez con vecinos, amigos y familiares, ha colocado mantas en los principales puentes de la ciudad con la foto de su hija, ha protestado en la Fiscalía General del Estado, ha intentado conversar con el gobernador del estado de Chihuahua, César Duarte en su visita a Ciudad Juárez para apoyar a empresarios que buscan cambiar la imagen de Ciudad Juárez: en un martes con 6 asesinatos.

"Intenté hablar con el gobernador pero me engañaron y (sus colaboradores) me llevaron con un psicólogo", explica.

En una semana, esta madre de cuatro hijos se ha convertido en una detective. Piensa que el secretario de seguridad pública Julián Leyzaola debe de establecer un operativo con mujeres policías encubiertas para encontrar a su Nancy, de 18 años, y a todas que han desaparecido cuando van a buscar trabajo al centro de la ciudad.

"Estamos exactamente donde estábamos, en nada. Tiene que acabar con esto, dónde está la trampa, qué es lo que está pasando desde hace 18 años que nuestras hijas desaparecen", dice la mamá, que trabaja limpiando viviendas.

Pregunto a Arturo Sandóval, vocero de la Fiscalía General del Estado, cómo están buscando a Nancy Navarro. "Estamos viendo cómo implementar el nuevo Protocolo Alba".

Es decir, que las fuerzas de seguridad no están coordinadas buscándola conforme a la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en contra del estado de mexicano por el caso del campo algodonero. Sólo han abierto el expediente tras la denuncia.

Y siguen sin implementar el Protocolo Alba de búsqueda, a pesar de que el 23 de mayo se celebró una reunión en la que asistieron entre otros Laura Carrera Lugo, comisionada nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, el fiscal Jorge González Nicolás y el fiscal general del estado, Carlos Salas, entre otros, para diseñar, al fin, el nuevo Protocolo Alba tras dieciocho años de desapariciones de mujeres (pobres y bellas).

Esta mañana Lucy preguntó a varios policías municipales y federales si sabían de la desaparición de Nancy Navarro. Ninguno de ellos supo de qué les hablaba. Y ella les dio fotos, les habló de su hija, y les rogó que la buscaran, que hicieran su chamba: ya merito.

FOTOS: Lucy Muñoz con su esposo José Adrián Navarro en una marcha para encontrar a Nancy.
Hoy han sido asesinadas 9 personas en Juaritos. Tres de ellas en la misma colonia donde vive Nancy Navarro, donde el pasado mes de enero fueron asesinados 7 jóvenes que jugaban al fútbol. Ahora, los tres estaban viéndolo.
COPYRIGHT © 2011 CIUDAD JUÁREZ, EN LA SOMBRA DEL NARCOTRÁFICO- ALL RIGHTS RESERVED

viernes, 15 de julio de 2011

Desaparecida: Nancy Navarro, 18 años, sin noticias desde hace dos días



















Nancy Navarro. 18 años. Mamá soltera de Briana, de año y tres meses.
Mallas negras, zapatos negros bajos, blusón de tirantes gris con blanco y un cinto negro. Es miércoles, 13 de julio. Colonia Francisco I. Madero. En Ciudad Juárez. Las 11 de la mañana:

-Mamá voy a ver si me dan trabajo, voy a ir al centro, a Modatela, a los puestos de telas.

-Andale pues m'hija, mucho cuidado.

Desaparecida.

Siete de la tarde: Lucy Muñoz, la mamá de Nancy, comienza a inquietarse. Su hija no ha regresado en la ruta. Le llama al celular: apagado. Le vuelve a llamar: apagado.

Decide salir en su busca. Toma la ruta -ese pésimo transporte público de Juaritos para los más pobres que convierte las distancias en eternas- . Va a los hospitales, a la Cruz Roja, al Semefo (Servicio Médico Forense). No la encuentra.

Intenta poner una denuncia. Le dicen que tiene que esperar 24 horas para hacerlo, para darla como desaparecida. Y Lucy se pregunta cómo puede explicar a las autoridades qué necesita ya su ayuda, que le urge que la encuentren lo antes posible, que su Nancy Navarro nunca sale de la casa, no más para trabajar (hasta el viernes pasado en la fábrica maquiladora Lear), que adora a su pequeña, que es una buena chava, que no llevaba ropa, que sólo salió con un bolso de mano, chiquito, color blanco y negro, y sus documentos para encontrar trabajo.

Llega la noche. Briana Naomi, la bebita de Nancy está inquieta. Quiere dormir y busca a su mamá, unos pechos en los que cobijarse, el alimento que todavía disfruta. La pequeña llora.

Lucy, de 37 años y mamá de Nancy, sólo tiene un deseo, en este día de calor recio en donde el termómetro se acerca a los 40 grados centígrados. "Quiero que aparezca ahora mi hija bien. Anoche, se me hizo tan larga la noche...".

Sus otros hijos, de 13, 7 y 5 años, la consuelan.
"Me ven llorar y sienten el dolor, y sienten lástima que yo esté llorando. Ya no sé si tengo mis ojos rojos de no dormir o de llorar", afirma.

Pasa un día. La mamá de Nancy pone la denuncia. Nancy está oficialmente desaparecida pero su desaparición permanece en silencio por las autoridades.

Llamo a la Fiscalía General del Estado, encargada de buscarla. Pregunto por ella. Me dicen que no saben del caso.

Veladora blanca en el comedor del hogar de los Navarro Muñoz. Un papelito con el nombre de Nancy, y un vaso con tres cuartos de agua.
José Adrián Navarro, el papá de Nancy no ha ido a trabajar como mesero en un restaurante. Acaba de regresar de intentar buscar a su hija. El por un lado, su esposa por otro, las amigas de Nancy por otro. Han fotocopiado la foto de su hija. Mil veces.

Los vecinos llegan a esa hora de la noche donde decides que mejor es regresar a la casa. Los familiares. Hacen oración. Son católicos.
"En estos momentos quienes se quieren arrimar a darnos unas palabras son bien recibidos, no importa que sean de cualquier religión", afirma la mamá de Nancy.

En la tienda Modatela no la vieron llegar. Tampoco hay una solicitud de empleo de Nancy Navarro. El último que la vio, por ahora, fue un vendedor de aguas de sabores en la parada de la ruta. Eran las 2 de la tarde del miércoles. Nancy estaba sola. El, no supo adónde agarró en esa zona del centro de Juárez donde las muchachas desaparecen. Como desde hace 18 años.

*FOTO: Aquí puedes ver a Nancy Navarro, en una foto cedida por su familia para ti. Te ruegan que les ayudéis a encontrarla.

lunes, 11 de julio de 2011

La maestra Miss Ana, liberada: de las autoridades mexicanas

























































Globos en las rejas del fraccionamiento cerrado donde vive. Una pancarta con un Bienvenida Anita. La portan unos niños. Y la maestra Miss Ana entra: los pequeños saltan, la rodean, la abrazan.

"Gracias, muchísimas gracias por el apoyo", dice esta juarense de 35 años y aspecto de niña buena.

Recuerdos que surgen y con ellos, las lágrimas, las preguntas. Piensa en sus compañeras en este tiempo de encierro, las que conoció en el Cereso municipal de Ciudad Juárez, tras 45 días en prisión, y sin ninguna indemnización, una disculpa de las autoridades: porque en México eres culpable hasta que se demuestre lo contrario.

Y me habla de ellas mientras la música de una orquesta en vivo suena en el jardín del fraccionamiento y los vecinos comparten taquitos en una fiesta soñada para la maestra inocente. Como en los viejos tiempos en Juaritos.

Comienza por Juana Imelda Cereceres. "Es una joven que también le pusieron droga en la llanta de su carro, vive en el penal con su hijo de 2 años porque no tiene quien lo cuide y a raíz de esto a su mamá le dio una embolia. Es de muy bajos recursos y está deseseperada, no tiene quien le apoye aquí afuera", dice Miss Ana.

Continúa con Marta Mar. "Está por un caso de lavado de dinero, ella abrió una cuenta de banco, la dejo de utilizar y la utilizaron para hacer lavado de dinero haciendo transferecias grandes de dinero cuando ella ni cuenta se había dado", afirma la maestra.

Y Miss Ana seguiría conversando de muchas otras. Sostiene que "el 60 por ciento (de las mujeres que están en la cárcel del Cereso municipal) son inocentes".

La maestra Ana Isela Martínez Anaya, conocida como Miss Ana, se convirtió en culpable el día en que el Ejército mexicano la detuvo poco antes de cruzar a El Paso (Tejas) por la línea Exprés, para dirigirse a su trabajo de maestra. Como desde hace 8 años.

Abren su maletero: 50 kilogramos de marihuana. Sembrados.

Súplicas a los soldados. Una llamada rápida a su esposo. La esposan. A la cárcel. De ahí, pasó al juez que nunca creyó en su inocencia, ni cuando sus abogados demostraron la buena conducta de la maestra con los testimonios de varios sacerdotes, ni sus premios como maestra del año en El Paso.

La maestra mexicana estaba a punto de ser sentenciada de 10 a 25 años de prisión cuando las autoridades estadounidenses, el FBI, desmanteló una banda que operaba entre Ciudad Juárez y El Paso y que confesó que había cargado con droga a varias personas que cruzan diariamente por la línea Exprés, entre ellas a Miss Ana.

Pero ella tuvo buenos abogados o quizá fue un milagro, como la maestra lo califica. Porque la delegación estatal de la Procuraduría General de la República (PGR) reconoce que hay otras siete personas inocentes (según las autoridades estadounidenses) y que siguen en prisión en Ciudad Juárez porque sus abogados no han solicitado una revisión del caso.
Y porque aquí aunque denuncies que en tu automóvil te acabas de encontrar con una maleta extraña, que no es la tuya, y en esta hay droga, pasas de inmediato a ser culpable, a ser esposado, encarcelado, y si tienes la suerte de pagar un buen abogado, quizá se haga justicia y salgas al exterior de una ciudad donde el 97 por ciento de los crímenes son impunes, según datos de la Fiscalía General del Estado.

Antes de la celebración con sus vecinos y amigos, estuvo en la iglesia católica del Sagrado del Corazón, con sus dos hijos de 6 y 3 años de edad, y su esposo. Con su comunidad dio las gracias por haber sido liberada. Y rezó: por las que se quedaron.


***Los asesinados de este lunes fueron 7. Un adolescente a la entrada de un centro comercial junto a otro adulto, hacia las 2 de la tarde.