lunes, 15 de junio de 2015

Cuando sonreír, duele: el cumpleaños de una mamá de desaparecida en Ciudad Juárez

Lucy con su hija desaparecida Nancy Navarro, en una foto/ ©Judith Torrea  ...................................            


Le duele tener que sonreír: cuando por dentro se está desgarrando. Con unos labios que intentan dibujar normalidad y unas pupilas dilatadas por lágrimas a escondidas, me dice:

"No puedo explicarle cómo cambió totalmente mi vida, yo creo que para siempre".

Hoy es el cumpleaños de la mamá de Nancy Navarro Muñoz, desaparecida hace casi cuatro años, un 13 de julio del 2011. Tenía 18 años, cuando partió de su hogar en la devastada colonia Francisco I. Madero con los documentos para solicitar trabajo en la zona centro de Ciudad Juárez y no se supo más:
http://juarezenlasombra.blogspot.com/2011/07/desaparecida-nancy-navarro-18-anos-sin.html).
Y Lucy, su mamá, que recibe sus 41 años sonríe mucho más, por sus niños. Y le duele, aún más.

"Mi hija siempre, aunque no tuviera dinero, buscaba qué regalarme un detalle, una carta, una flor, que eso significa más que un enorme regalo. Es algo que no se olvida".

El atardecer de Juaritos, con sus rojizos que envuelven al grandote cielo, comienza a jugar también con los anhelos. A la mamá de Nancy Navarro le acompañan sus otros tres hijos de 17, 11 y 9 años, y su nieta Brianita, de 5la niña de Nancy, que cuando tenía un año y tres meses dejó de recibir los apapachos de su mamá, desde entonces desaparecida.

En la mañana le cantaron las mañanitas. "De las mamás (de desaparecidas), muchas felicitaciones. Me siento bendecida, porque tengo a mi familia de sangre y mi familia de dolor, que también por esa parte me mandaron muchos mensajes".

Cocinó unos taquitos de pollo en su casita de bloque de dos recámaras, incrustada en una colina arenosa del desierto, junto a un arroyo seco que cuando llueve se convierte en un peligroso.
De sorpresota, su esposo le llevó con toda su familia a saborear una nieve, al centro de Juaritos.
E intentó olvidar que en esa misma área de la ciudad desapareció su hija, como muchas otras desde hace veintiún años, una zona de la que no puede escapar: punto de conexión de las pésimas y escasas ruteras (viejos autobuses escolares estadounidenses desechados en el vecino país, EE.UU, para el uso y utilizadas en Juárez como transporte público) y donde se concentra el mercado Reforma, puestos de baja calidad, dudosos negocios, prostíbulos baratos, edificios en ruinas, además de la Catedral con su Virgen de Guadalupe, de la que es devota.

En el centro histórico también es donde su adorado esposo trabaja como mesero, en un restaurante humilde. En dos semanas, cumplirán veinticuatro años de casados. Él, como cada año, le regalará probablemente una flor, quizá también un peluche lindo, y una tarjeta con un mensaje de amor y agradecimiento. Sobreviven porque saben que "en la tristeza hay que hacer lo más bello de ella".

Al soplar su vela de cumpleaños en un pastel de tres leches, típico en México, que su niña de 11 años le obsequió, sonríe. Es chico: apenitas les llega para probarlo entre todos. La pequeña Brianita guarda un trozo para su mamá desaparecida, que está presente en cada rincón del hogar y en cada conversación de niña que espera compartir todo lo que esta viviendo con su mamita Nancy.

Quisiera que su regalo, al celebrar un año más de vida, fuera su primogénita desaparecida. "Uno se sienta y ve las velitas y pide en deseo. Nosotros siempre estamos pidiendo ese deseo, como que en el cumpleaños se pide con más fuerza", afirma Lucy, que tras trabajar en una fábrica maquiladora, se dedica a limpiar casas para disponer de más tiempo para buscar a su hija. Lo que en Juaritos significa hacer la chamba que las autoridades no hacen.

**** Cuando Nancy Navarro desapareció en el centro de Juárez -la zona más concurrida y bulliciosa de la ciudad, colindante con el puente fronterizo de Santa Fe, por el que se cruza a El Paso (Texas)- esta área estaba inundada de miembros del Ejército y la Policía Federal, que convivían con la pandilla de Los Aztecas, del Cártel de Juárez, que controla esta zona. Con la llegada de estas fuerzas de la (in)seguridad, enviadas por el ahora ex presidente Felipe Calderón en su llamada guerra contra el narcotráfico no sólo se dispararon los asesinatos, sino también las desapariciones de niñas y jovencitas. Como en todos los casos de desaparición, las fuerzas de seguridad no sólo no previenen ningún tipo de delito sino que nunca ven cómo se llevan a las jóvenes, aumentando la hipótesis de su complicidad en las desapariciones. Al paisaje de "seguridad" se sumaba la Policía Municipal, con sus rondines frecuentes.

En estos casi cuatro años de agonía de la espera, las autoridades no han ofrecido ninguna pista a la familia. En su carpeta de investigación no hay adelantos, más que a veces las sugerencias que la mamá de Nancy Navarro les da para que la encuentren viva y que nunca han sido atendidas. Recuerdo que las autoridades no activaron el Protocolo Alba de búsqueda para Nancy Navarro Muñoz hasta que su familia -desesperada por la indiferencia de las autoridades- realizó una protesta, una semana después de su desaparición: http://juarezenlasombra.blogspot.com/2011/07/buscando-su-hija-nancy-navarro-de-mama.html