sábado, 21 de mayo de 2011

La chava de los lentes oscuros



















Ella nos miró. Y se dirigió directa a nuestra mesa.
Acabábamos de entrar a un lugarcito fantástico para devorar unas gorditas de rajas con queso y otras de costilla: bien chingadotas como Juaritos.

Cabello recogido, sonrisa en su rostro angelical, paso firme. Y llega:

-"Tenga, el otro día se le olvidó esto", dice.

Y se va. Mi compadre abre los ojos tanto que parecen lunas surcadas de colinas. En su mano tiene unos lentes de sol: los que le acaba de entregar la mesera.

"Me sorprende, no es cualquier lente", explica.

Norma Vallarta tiene 27 años y tres niños. Y desde hace tres meses tuvo una nueva misión en sus tareas del restaurante en el que trabaja: devolver unos lentes oscuros a su dueño: mientras perdía amigos, conocidos en Juárez, donde reside desde que dejó la Ciudad de México hace 11 años en busca de chamba.

Los lentes los guardaba encima de unos estantes, y cada vez que alguno de sus compañeros soñaba con ellos, Norma los protegía: les decía que estaba esperando a que regresara su dueño para entregárselos.

Mi compadre le da una buena propina. Ella se resiste a aceptarla pero al final la toma con timidez y se dirige a un botecito de plástico situado en la caja: de pronto el billete se convierte en el único que destaca entre monedas. Pronto, lo compartirá con sus compañeros.

Fuera, la muerte sigue. El desfile que conmemoró el centenario de la batalla de la Toma de Ciudad Juárez, dentro de la Revolución, ha finalizado. El presidente de México Felipe Calderón toma su avión rumbo al DF y, poco después, dos jóvenes son asesinadas: la "normalidad" regresa. Con sus rasgos de solidaridad mientras al ser humano se le arrebata la vida.

La ciudad (con sus retenes constantes de la Policía Federal) vuelve a cambiar oficialmente de nombre: ahora es "Heroica Ciudad Juárez" en referencia a aquella batalla de la que se cumple un centenario. Pero ahora los héroes son los que intentan sobrevivir un día más en Juaritos con la llamada guerra contra el narcotráfico. Algunos, lo hacen incluso cuidando lentes ajenos. Con la esperanza de ver vivo a quien las olvidó. O de vivir.

****En la foto que tomé, podéis ver a Norma, posando, tras acceder a que os contara su historia.

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