miércoles, 10 de agosto de 2011

Una pista pero las autoridades no hacen su chamba: 4 semanas con Nancy Navarro desaparecida
















Lucy trabajó durante un año en una fábrica maquiladora para que su hija Nancy Navarro tuviera su quinceañera: un mundo de ensueño (al menos por un día) en la colonia Francisco I. Madero, una de las más pobres de Juárez y azotada por la violencia de la llamada guerra contra el narco: siete jóvenes asesinados en enero y tres más en julio en el mismo campo de fútbol. Y centenares más en las calles.

A Nancy le gustaba mirar una foto que se encuentra en la sala de su casa, presumir de ella: ese día tuvo 14 damas más el chambelán.
Ahora quien la mira todos los días es su mamá Lucy y, después de tomar fuerzas, se acerca con la bebita de Nancy, de un año y cuatro meses, para que ésta no sienta tanto su ausencia. Lo hace desde hace cuatro semanas: desde que desapareció su hija mayor, de 18:

"Siento morirme, (las autoridades) no nos dan nada de respuestas. Hacen pensar que ellos tienen que ver en las desapariciones de jovencitas, por eso no hacen nada", me dice Lucy Muñoz, la mamá de Nancy.

Hace dos semanas la mamá de Nancy tuvo una gran pista. No quise contarla con detalle para no entorpecer las investigaciones. Pero hasta el día de hoy todavía las autoridades -según sus palabras a la familia- no la han rastreado porque hay que seguir un protocolo. Quizá esa pista hubiera ayudado a encontrar a Nancy. O puede ayudar todavía a encontarla si es que deciden, de una vez, a hacer su chamba: a buscarla. Como también a otras jovencitas que han desaparecido en Juárez en estos últimos dieciocho años.

Aquel miércoles 13 de julio Lucy y Nancy disfrutaron de una salsa con chorizo en tortillas de harina. Nancy las acompañó con una coca-cola. Se arregló y dejó encargada a su bebita para ir a buscar trabajo en las tiendas del centro de Ciudad Juárez. Desde ese día no ha habido más de su desayuno favorito en la casa. Lo habrá cuando regrese:

"No sabe cómo añoro ese momento cuando tenga a mi hija abrazándola y diciéndole cuánto la quiero y que nunca la voy a dejar sola, y voy a estar con ella donde quiera que ande", asegura la mamá de Nancy: y al hacerlo vuelve a sonreír.

****FOTO: aquí puedes ver a Lucy, la mamá de Nancy Navarro, acariciando la foto de su hija, engalanada para celebrar sus 15 años. Las fotos le acompañan en la agonía de la espera.

9 comentarios:

  1. Hola Judith he leido tu libro y me ha conmovido y entusiasmado. Siento muchisimo todo lo que ocurre por alla, desde España no se muy bien como ayudar, divulgo a toda la gente que puedo lo que alli ocurre. Mucho animo para ti y a todo Juarez, que sepais que no estais solos.

    ResponderEliminar
  2. Haces una gran labor. Me parte el corazón leer estas situaciones, pero creo necesario que todos sepamos lo que está sucediendo. ¡Hay que hacer algo! No es justo que tanta familia esté sufriendo inecesariamente. Comparto la tristeza de esta madre, quisera poder hacer algo y no se me ocurre que, más que dar a conocer tu blog a mucha gente.

    ResponderEliminar
  3. La verdad, haces una labor increíble; me ha encantado encontrar un Blog que se dedica a hacer algo noble por sus semejantes.

    PD: Judith, podrías habilitar las opciones para compartir en Facebook y Twitter, sería más fácil compartir el contenido y tal vez, tendría más alcance.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. Cada vez que leo sobre Nancy se me hace un nudo en la garganta. Es una mezcla de enojo, frustración, dolor profundo e indignación. Y, al final, Lucy me contagia su coraje y su esperanza.

    ¿Qué puedo hacer para ayudar en la búsqueda de Nancy? No estoy segura de que en estos casos seguir lo que se escribe sea suficiente. Ni siquiera creo en Dios, pero tal vez pueda rezar, algo que implique una acción y no la pasividad en la que estoy inmersa ahora.
    Por favor, dígame cómo puedo ayudarle a Nancy, que no solo es mujer como yo sino también es mexicana. Una mexicana que no aparece, que, donde quiera que se encuentre -y esperemos que esté bien-, sufre de las inclemencias de este país que amo tanto pero que no ha protegido a sus hijas.

    Ahora me obligo a recordar que Lucy me contagia ilusión porque Nancy regrese a ella. La invoco con el pensamiento: "Nancy, ve con tu mamá para que ella nos cuente que te encontró y que tu hijita ha vuelto a sentir el calor de tus labios sobre sus mejillas". La vida tiene que ser justa y dejar que abuela, madre e hija se disfruten mucho más.

    Así que Lucy, desde acá, hago eco a su voz para que Nancy la escuche y la guíe de regreso a casa.

    ResponderEliminar
  5. Tengo que felicitarte por lo que haces. Ojalá la mitad de las personas fueran así.

    Fuerza. Fuerza con lo que haces. No desistas!

    ResponderEliminar
  6. Hola Judith, hacen falta más voces como la tuya que hagan eco de la desesperación del otro, que aviven la empatía.

    ResponderEliminar
  7. A todos muchisimas gracias por el animo y apoyo a Lucy y a toda la familia en general. Envien sus vibras positivas y sus oraciones para que Nancy y todas aquellas jovencitas que han desaparecido en Mexico regresen a sus hogares. Gaby (tia de Nancy)

    ResponderEliminar
  8. Hola Judith;

    Te conocí en el D.F. cuando fue el encuentro de "El mal" en Casa Refugio donde trabajaba, desde entonces sigo tu blog. Gracias por el trabajo, por darnos la historia, la real, la de carne y hueso, y no sólo los números.

    Me duele el corazón al saber día a día que lo que sufre nuestro país, al saber cada historia llena de incompresión y lágrimas.

    Desde aquí, un abrazo solidario a las familias de Nancy y de todos los desaparecidos, deseando que regresen sanos y salvos a los brazos de quienes los aman.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  9. A la mamá de Nancy y demás familia tengan esperanza en que Nancy terminará apareciendo.

    Y a ti, Judith muchas gracias y sobre todo mucho ánimo por describirnos la realidad tan dura que lleva ya viviendo demasiado tiempo el norte de ese lindo país que es México, y al que los políticos por no sé que intereses parece que no les interesa lo más mínimo.

    Hay que seguir en la lucha Judith, en la lucha de contar lo que pasa en tu querida Juarez.

    Un abrazo fuerte desde España

    ResponderEliminar