domingo, 17 de enero de 2010

Niños testigos de crímenes



*ESCENA UNO:

-"?Has soñado eso, Rolando, que te disparan por la espalda y te matan?", dice Erik tras ver su quinta ejecución.

El pequeño, de también 10 años de edad, mueve la cabeza para dar un sí.

Conversación entre dos niños. Tras una balacera: que ellos vieron. El cadáver está en el suelo. Llega la policía con el Ejército. Los federales. Colonia obrera Torres del Sur, de Juárez.
Erik da vueltas con su bicicleta por una de las calles pavimentadas. Rolando lo acompaña, caminando.

*ESCENA DOS:

-"Mi primo es el de sin cabeza", exclama orgullosa Cindy, de 8 años.

-"!No manches!!!! (no puede ser)", contestan al unísono el resto de los niños que la acompañan.

En el Paseo Trinufo de la República, una de las principales vías de la ciudad, varios niños se disputan el número de cadáveres que han visto. En sus horas de juego, recrean los instantes mortales, jugando a ser sicarios. Ahora están asistiendo en directo al espectáculo de la muerte. Varios carros, que iban rumbo a sus casas, se detienen.

*ESCENA TRES:

Colonia Salvárcar. Y el pequeño Juan, que apenas puede caminar y hablar a sus dos años de edad, está viendo su octavo cadáver. En los brazos de su mamá, de 19 años de edad.

"No hay nada qué hacer", razona con una sonrisa Claudia V.

Llegan los vecinos. Como si quisieran comprobar que el ¨muertito¨ no es nadie de su familia. Y se quedan viendo los detalles.

ANOTACION: Esta es una película real. Como sus consecuencias: la immunidad al dolor que crea una cultura más violenta, sangrienta y más joven, según expertos. En las escenas de los crímenes, al más estilo Hollywood, sólo faltan las palomitas de maíz. Para el público.
Ninguno de estos niños, testigos de los crímenes, pertenecen a los más de 10 mil huérfanos en Ciudad Juárez de la llamada guerra contra el narcotráfico del presidente Calderón con el Ejército.

****Viernes 15 de enero: el gobierno de México anuncia que el Ejército ya no estará al mando de la Operación Conjunto Chihuahua, de la guerra contra el narco en el estado donde se encuentra la que es considerada la ciudad más violenta del mundo. Serán los policías federales. Lo hace tras una reunión binacional que comenzó el jueves en El Paso, Texas y Ciudad Juárez.
El Ejército continuará apoyando a la policía municipal en sus labores. No se anuncia ningún plan de inteligencia: igual que hace 21 meses cuando se inició en Juárez la llamada guerra contra el narco, con la que era la institución más respetada dentro de las fuerzas del orden y los muertos se dispararon: más de 4 mil 400.
Tampoco, se habla de si las quejas de Amnistía Internacional y otros organismos por la violación de derechos humanos de los militares estuvieron en la mesa de trabajo que llevó a cambiar de mando la Operación. Con desapariciones y muertos.
El gran cambio, el nombre. El nuevo es: Operación Coordinada Chihuahua. Y el nuevo coordinador estatal de la Operación: Vidal Díaz Leal Ochoa, que fue uno de los seis jefes policiacos de la Policía Federal Preventiva que fueron cesados, por su actuación en un suceso con un comando armado en Cananea, en el estado de Sonora, que provocó la muerte de 26 personas el 18 de mayo del 2007.
Los crímenes han bajado en estos días. Hemos pasado de entre 10 y 15 diarios, a unos 4, 6 y 2. La historia parece repetirse. Los cambios en las unidades del Ejército coinciden con el descenso de los crímenes. Hasta que todo vuelve a la normalidad de la muerte constante. Y el horror. Con sus gritos que golpean las entrañas de mi querida Juaritos.

3 comentarios:

  1. Hola Judith,
    Mi nombre es Miranda Simon, soy una ex alumna de Carlos Paredes. Estoy haciendo un trabajo sobre periodistas y derechos humanos y me gustaría saber si me podrías contar algunas de tus experiencias cubriendo temas de Derechos Humanos.
    Si estarías interesada, mi e-mail es miranda.simon23@gmail.com
    Apreciaría mucho tu colaboración ya que leí algunos de tus artículos y me parecen muy incisivos.
    Gracias

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  2. En este artículo transmites la realidad de la indiferencia ante tanta muerte que pareciera que los habitantes de Juárez la miran como parte de su vida diaria, claro que no todos, pero lo más grave es la percepción de los niños, como si fuera normal vivir entre tanta violencia.

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  3. Desde hace tiempo vengo siguiendo tu blog y me parece muy interesante. El hecho de que yo vivo acá y el que tú seas una reportera (además) extranjera siguiendo estas notas, han hecho que te ponga en mi lista del reader.

    Respecto al post, pues ese tipo de actitud es parte de los efectos colaterales de la llamada "guerra" contra el narcotráfico. Sin embargo, lo peor no son las muertes en si, sino la ignorancia/irresponsabilidad de muchos padres de familia. Eso me preocupa aún más.

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