viernes, 16 de julio de 2010

Entre la espada y la pared, como muchos ahora en Juaritos















El sobrevivió al coche bomba en Juaritos. Pero, como muchos en la ciudad, explotó de dolor. Ya no hay quien viva aquí sin convertirse en un héroe por haber sobrevivido un día más. Cerca de 6 mil personas lo saben: en los cementerios. Más las que siguen vivas: en una ciudad militarizada.

El es uno de mis lectores y me envió un mensaje al día siguiente del narco atentado. Le pedí permiso para compartirlo con todos vosotros. Nunca me había escrito más de dos líneas. Pensé que muchos en mi querida Ciudad Juárez necesitan ser escuchados: porque las autoridades siguen aplaudiendo una estrategia (sin estrategia) que sólo ha disparado la violencia. Esta es su voz, desnuda.

Me pidió el anonimato: tiene miedo. Pero os puedo decir dos cosas: lo conozco desde hace un tiempo. Y es una de esas personas mágicas que uno encuentra en Ciudad Juárez. Sé que cada palabra que comparte con nosotros está salida desde las entrañas de su ser. Por eso, al leerlas no dejan de dolerme, porque sé que se siente entre la espada y la pared, queriendo huir de la muerte pero sin poder hacerlo.

Ah! y otro dato: es del PAN, el Partido de Acción Nacional. El mismo partido del presidente de México Felipe Calderón, el que comenzó la llamada guerra contra el narcotráfico. Os dejo con él (y a ti, gracias mil por tu vómito de sentimientos):

Miedo. Ese era el sentimiento que me invadía esta mañana al dirigirme a mi oficina ubicada a escasas cuadras de donde explotó el primer carro bomba en Ciudad Juárez. Aún se encontraba el área acordonada desde la noche anterior y decenas de oficiales de la Policía Federal, Tránsito, CIPOL, Municipal, Ministeriales y demás agencias de gobierno entraban y salían del área mientras la lesionada ciudad lloraba la pérdida de un médico que se destacó por siempre ayudar a los demás. (Y de tres personas más, más las del día asesinadas en otros eventos).

Sentimientos encontrados más bien orientados al dolor y la desesperación, además de un extraño y nuevo sentimiento de agradecimiento de estar vivo y sin lesiones, ya que además de transitar frecuentemente por el lugar donde ocurrieron los hechos, estaba yo a unas cuantas calles cuando se detonó la bomba.

Las calles están casi completamente vacías y existe una psicosis relacionada a la situación. Cuando voy conduciendo guardo más distancia ente los carros, fui a cargar gasolina al lugar que asisto regularmente y me encuentro con que federales están de igual manera cargando sus tanques… aún y que creí que no iba a llegar a la siguiente estación preferí arriesgarme a estar junto a ellos. Y es que no les tengo miedo a los policías sino a los ataques que van dirigidos hacia ellos y quienes se encuentren en el mismo lugar.

Me pregunto ¿qué fue de los tiempos de antaño cuando jugaba con mis amigos en la calle y no sucedía nada?

No confío en nadie. Menos en las autoridades, qué triste, porque pertenezco al partido en el poder y no encuentro como defender a nuestro presidente.
Peor aún cómo defender la ciudad donde vivo, si la gente que vive aquí vendió su voto hasta por mil pesos con la excusa de que “Teto” -el ex alcalde del PRI y ahora alcalde electo ligado al narcotráfico- podía resolver el problema que vivimos por sus conexiones con el Cártel de Juárez.

¿Adónde puedo ir?, estoy atorado en esta ciudad, que huele a muerte, ansiedad y desesperación, donde las miradas están perdidas porque no queremos ver a los ojos a nadie por el miedo de que sea alguien del crimen organizado. No podemos sonar la bocina del auto en un semáforo porque puede ser que se moleste quien está a un lado y salgamos muertos a tiros.
No podemos ir a los centros comerciales porque hasta en esos lugares públicos han matado gente. No puedo andar solo en mi carro por miedo a que quieran secuestrarme, robarme el carro o asaltarme al subir.

El tema en Juárez, no es el narcotráfico, los secuestros, las quemas de los negocios, las cuotas a los patrones, los secuestros de médicos, las mujeres asesinadas o las injusticias que se ocasionan a diario.
El tema central se divide en dos cuestiones básicas: la falta de justicia, y qué hacemos los que no cometemos ilícitos.

Tengo miedo...
Tengo miedo de estar en un país que no hace nada por los jóvenes. Tengo miedo de estar en mi país sin poder ser libre.

Tengo miedo de que una guerra más fuerte estalle y no logre sobrevivir.

Tengo miedo de tanto....Me invade un sentimiento de despedirme de mi familia y mis amigos. Quisiera irme de esta ciudad, pero las condiciones político-económico-escolares y sociales no me lo permiten. ¿Adónde me voy? Estados Unidos manda 1200 soldados más a su frontera… Estados Unidos, siendo el causante principal de esta guerra al ser el país que mas consumo de drogas tiene, no nos permite la entrada a la mayoría de los ciudadanos de México.

Canadá tan lejos… y ahora con visa. ¿Dejo a mi familia sola? O… ¿me los llevo? Y si me voy a Canadá, ¿de qué voy a trabajar? Haber sacado una carrera que me ha costado tanto trabajo para ¿terminar limpiando los pisos de alguien que tiene menos estudios que yo?… y no soy soberbio, soy realista, sería un profesionista frustrado, un médico que limpia pisos…

Soy una persona de acciones, y cuando veo un problema me propongo resolverlo, pero este problema… supera por mucho mis capacidades.

Una marcha por la paz, izar una bandera blanca, gritar a los cuatro vientos, declarar en los medios que el presidente Calderón venga, que haya juntas para resolver la situación…NO HAN RESUELTO NI RESOLVERAN NADA…

Sabes…tengo miedo…

Tengo miedo de que sea la última vez que escribo…porque no sé si esta noche mi casa va a ser invadida por soldados, narcos, cholos, rateros, y demás escoria de la sociedad, no sé si esta noche va a estallar una bomba frente a mi casa o casa de mi familia o mis amigos.

Comprendo plenamente que la vida no la tiene comprada nadie, pero la violencia no es el curso natural del término de la vida del ser humano.

Sólo me queda encomendarme cada noche a Dios y pedir por aquellos que no sobrevivirán esta noche.

Gracias por escucharme. Tengo miedo.


4 comentarios:

  1. Pues no me extraña nada que tenga Miedo, le comprendo muy bien a este Amigo del que escribes su confesión, ...si a veces en el propio país -España- y en la propia ciudad-Avila- te sientes así de impotente ante los problemas y sin vias de salida y piensas en irte y en todas esas cosas que dice este Amigo, pues viviendo en Juaritos razón de más para tener todos esos sentimientos a la vez. Si viviera en Juaritos, personalmente no me atrevería a salir de casa siquiera, la verdad es que la gente de Juaritos es en realidad bien Valiente...
    Me ha llamado mucho la atención uno de los parrafos cuando dice que "el problema de Juaritos no son tanto las bombas y el narcotrafico y...sino la Falta de Justicia y que hacemos los que no cometemos ilicitos" porque me recuerda una frase de Einstein que dice:" La Vida es muy Peligrosa, pero no por los que hacen el mal sino por los que se sientan a ver lo que pasa...", pues tu Amigo, el que escribe este testimonio ha venido a decir justo eso mismo...sólo que él tampoco se puede culpar porque ¿qué puede hacer por resolver esa situación que ya desborda a todo Juaritos? ¡bastante es ya con sobrevivir y con tener los pensamientos tan honestos y nobles que tiene...
    Espero que esta situación de violencia y de MIEDO termine más pronto que tarde, y que la gente de Juaritos pueda vivir en Paz y Tranquilidad como seguramente se merece, incluído este Joven.
    Un Abrazo Solidario para toda la gente que sobrevive en Juaritos al Narcotrafico, la violencia y a la ineptitud y complicidad de su gobierno y ejército.

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  2. Mucho ánimo, y aunque sea poco hay que gritar para que esto este en la conciencia de esos que ven pasar las cosas, y más aún de aquellos que deberían no dejan impunes estos actos.

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  3. Valentin Ibañez Salinas25 de julio de 2010, 17:43

    Hasta que en occidente no se trate el tema de las drogas sin la hipocresia dominante , no hay nada que hacer. Es dinero facil y en el mundo por muy poco dinero se mata.En ciudad juarez se dan todos los elementos para un choque de intereses de los que manejan el mercado de las drogas y en un pais pobre el valor de la vida es tan pequeño ,que se cuentan por miles . En nuestro podrido primer mundo no nos imaginamos el dolor que alimenta mantener nuestros vicios(como aquí no mueren, no existen esas muertes) Pero ¿como hacemos compreder que detrás de un gramo de cocaina aquí ,hay un reguero de muertes allí? No soy un experto pero está claro que mientras exista demanda ,habrá oferta y el actual prohibicionismo y lucha contra las drogas solo lleva a que existan mafias,violencia y muerte ,si no se cambia la actitud actual, las cosas irán de mal en peor,las prohibiciones solo llevan a los mercados negros y al enriquecimiento rapido de quienes tienen menos escrupulos,ya se vió con la ley seca en los años veinte y al final se quitó la prohibición , ahora mientras volvemos a darnos cuenta de nuestros errores, en en tercer mundo mueren . ¿hasta cuando? Un abrazo solidario desde Iruña . Cuidaros

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  4. Soy orgullosamente juarense, orgullo que me mantiene la cara erguida y los ojos llorosos.
    Razones me sobran para se una exiliada mas pero la mas importante mis hijos. Hace no mas de dos anios fui tachada
    Senialada y mal comprendida por mis allegados,“estas loca,como te vas a ir y dejar a la familia y amigos”, eso si bien me fue
    Porque sobraron los: “mmmm pues si se va por algo a de ser....” Aqui sigo y dos anios despues comprendida y hasta admirada por
    Haber tomado la oportuna desicion de mudarme “a tiempo”. A tiempo de que? Si vivo con mi corazon roto y partido en cada uno de los pedazos
    De familia que aun viven en mi Juaritos, dificil para ellos dejar la cuidad por sus trabajos escuelas o lazos (guerra interio q a diario
    Me atormenta). Padres arraigados a su publo hermanos dependientes de un sueldo por un trabajo q cuidan a mas no poder porq sobran
    Profesionistas pero faltan puestos primos y sobrinos q llevan una vida monotona y de temor que lo q quieren es disfrutar su juventud
    Pero sobre todo los pequenios los chiquitos como decimos los de aca mis ninios juarenses tan acostumbrados a no poder asomar la cara mas alla
    De la ventana de su casa siendo la escuela su unico escape. La costumbre se volvio una realidad de vida para mis ninios juarenses que sigue para
    Ellos entonces que sigue

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