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Se realizan investigaciones para actuar contra los responsables de la agresión contra un reportero.
Ciudad Juárez, Chih., a 24 de marzo del 2010.- La Secretaría de la Defensa Nacional a través de la Comandancia de la 5/a. Zona Militar, informa a la opinión pública que se están llevando a cabo las investigaciones correspondientes, en relación al incidente que se suscitó el día 22 del actual, en contra de un reportero, por parte de personal militar.
Es preciso señalar que la “Operación Coordinada Chihuahua”, se lleva a cabo siempre dentro del marco de la ley y respeto irrestricto a las garantías individuales de los ciudadanos.
Se ratifica el compromiso de no tolerar conductas que atenten contra el trabajo profesional que realizan los representantes de los medios de comunicación, con estricto apego al marco legal vigente y respeto a los derechos humanos.
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Policiales-México/
REPORTAJE
Matanza de Ciudad Juárez une a madre de víctima con la de sicario
Por Judith Torrea (dpa) =
Ciudad Juárez (México), 7 mar (dpa) - Hace más de un mes, Luz
María Dávila y Guadalupe Meléndez no se conocían. Ahora, las dos
madres están unidas por el dolor y un mismo avión rumbo a la Ciudad
de México.
Estas mujeres viajaron juntas (en la tarde de este domingo 7 de
marzo) desde Ciudad Juárez a la Ciudad de México para pedir justicia
por las víctimas de la matanza estudiantil de Salvárcar del 30 de
enero, donde murieron 15 estudiantes.
"No quiero más muertos en Ciudad Juárez en nombre de la guerra
contra el narcotráfico del presidente (de México Felipe) Calderón",
dijo a dpa Luz María Dávila, que el sábado celebró su 43 cumpleaños.
"Exijo justicia para mis hijos y para los cerca de 5.000
ejecutados en estos dos años", agregó al mes y medio de la masacre
estudiantil y con 187 personas más asesinadas en Ciudad Juárez.
Dávila perdió el 30 de enero a sus dos únicos hijos y su dolor lo
expresó enfrentando al presidente Calderón cuando este visitó Ciudad
Juárez.
Meléndez es la madre del presunto sicario Israel Arzate Meléndez,
de 24 años, quien dice que fue torturado para confesar ante los
medios de información que era culpable.
Arzate, que no tiene antecedentes penales, fue levantado por
fuerzas federales a la salida de su trabajo en una camioneta, la
misma que después las autoridades le adjudicaron y señalaron como el
vehículo en el que cometió la masacre, según varios entrevistados.
Desde su detención, ha sido sacado en una ocasión de la cárcel
donde se encuentra para ser torturado por los militares que
intentaban "plantar envidencia falsa en su casa" un día antes de la
audiencia con el juez, según manifestó Arzate a dpa. La salida por 12
horas fue confirmada por dpa por varias fuentes de la cárcel.
Las dos madres estarán este lunes en un foro en la Ciudad de
México sobre Ciudad Juárez llamado "Primero la Justicia". En esa
reunión también participarán expertos en narcotráfico como Edgardo
Buscaglia y Luis Astorga, intelectuales como Carlos Monsiváis y
actrices como Diana Bracho, según afirmó la actriz juarense Perla de
la Rosa, una de las organizadoras.
Las madres pedirán juntas justicia para Juárez y que las
investigaciones sean supervisadas por expertos independientes. El
foro se llevará a cabo a partir de las 10 de la mañana en la Casa de
Teatro, de Coyoacán.
"Presidente Calderón, yo no creo en las investigaciones. Yo no
quiero que se destruyan más familias encarcelando inocentes en un
intento por mejorar la imagen de las autoridades del país", afirmó
Luz María Dávila junto a Guadalupe Meléndez, la madre del presunto
sicario Israel Arzate Meléndez.
dpa
?Pero cómo felicitarla si acababan de ser asesinados sus dos únicos hijos?
Ellos eran su razón “para ir todos los días a la maquiladora”. Para hacer horas extras para comprarles los libros de la escuela, la computadora o su equipo deportivo. Fueron incluso la razón para no tener más hijos. Querían darles el mejor futuro. Un futuro que ahora está en dos ataúdes: uno tras otro. En una hilera de 8 estudiantes, vecinos de la misma calle, en el Panteón San Rafael.
Ahora el ¨mejor futuro¨ para Luz María Dávila está en la justicia. Para su hijos. Para todos los más de 4.700 que han sido asesinados desde hace casi dos años. Y para los que se quedan. Para la ciudad que ama. Que le dio todo desde que emigró a los 19 años de edad de la colonia José López Portillo de la Ciudad de México.
Son cientos. Las miradas en la maquiladora. Miles en Ciudad Juárez. Millones en México y en el mundo. Todas para una mujer extremadamente tímida, de 1,55 centímetros de estatura y 43 años.
Pero ahí, entre la grasa y las piezas para construir bocinas para los altavoces de los automóviles, hubiera deseado que todas las miradas se convirtieran en una: la de su hijo Marcos, de 19 años de edad, que trabajaba delante de ella. Lo hacía hasta las 3,30 de la tarde para después ir a la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, donde estudiaba Relaciones Internacionales. Al salir, madre e hijo se enfundían en un abrazote con José Luis Piña, el padre, el esposo, que entraba a trabajar como guardia de seguridad en la maquiladora. Y Luz María regresaba a la casa. A cocinar rico. A limpiar su casita que luce como el oro. A esperar a José Luis, de 16 años, de la preparatoria. Y, en ese ritual de la espera de la familia al completo, a compartir alguna broma mientras el pequeño del los Piña Dávila realizaba las tareas escolares.
Ahora, Luz María, se siente atrapada en un laberinto. Por sus dos ausencias. Y por lo que le queda: su trabajo en la maquiladora y su casa. Con el dolor de los porqués. Sueños rotos golpeados por el temor que puedan llegar las represalias. Por todos los frentes. Ella intenta no caerse por él, por su esposo José Luis Piña, un chihuahuense de Lagunitas, que la hace sonreír y la mima con una ternura de los que descubren que el amor es un instante fantástico. Desde hace 20 años.
Luz María intenta disfrutar de dos pasteles de cumpleaños. Pero no puede. Intenta imaginar el mejor regalo que hubiera podido recibir. Pero al hacerlo piensa en dos imposibles. Y se derrumba para revivir en dos frases:
"No quiero más muertos en Ciudad Juárez. Y exijo justicia para mis hijos y para los 5 mil asesinados. No chivos expiatorios", se despide Luz María Dávila.
Y lo hace sin una sonrisa.
*Más de 4.700 madres en Ciudad Juárez saben lo que Luz María siente. Desde que fueron asesinados sus dos hijos en una masacre donde fallecieron 15 y el presidente de México Felipe Calderón explicó la razón al considerarlos pandilleros -la marca que recibes al ser ejecutado en Juaritos -, 187 más han sido asesinados, una cifra que aumentará antes de que finalice este día. En mes y una semana.
Estas madres -que se estrenan cada hora, cada día en ser "huérfanas" de sus hijos- no reciben la visita de las autoridades para pagarles los recibos atrasados de gas, el teléfono y las visas láser estadounidenses como las de Salvárcar, para que sus voces se callen en el dolor: y no cuestionen en los medios de información la llamada guerra contra el narcotráfico del presidente Calderón, su presidencia centrada en este punto y su legado en un país de un futuro con unos 10 mil niños huérfanos en una ciudad de 1 millón 300 mil habitantes que viven el terror cotidiano de poder ser asesinados, secuestrados, extorsionados bajo el imperio de la impunidad en una ciudad militarizada.
La única madre de la matanza de Salvárcar que no ha aceptado la ayuda del presidente Calderón ha sido Luz María Dávila, que gana 700 pesos (unos 60 dólares) semanales en una fábrica maquiladora, en una ciudad que vive a precios de Estados Unidos.