sábado, 27 de marzo de 2010

Una madre buscando justicia, otra buscando a una hija: dos años de la guerra contra el narco



Es sábado, el día en que se cumplen dos años de la Operación Coordinada Chihuahua (el nombre local para la llamada guerra contra el narcotráfico del presidente de México Felipe Calderón en el estado de Chihuahua, donde se encuentra Ciudad Juárez).

Y Olga Esparza, la mamá de la universitaria Mónica Alanis Esparza, celebra su propio aniversario. El primero. De agonía constante. El de la desaparición de su hija de 18 años un 26 de marzo del 2009. Lo hace en un prostíbulo de la Ciudad de México adonde ha acudido siguiendo una falsa alarma.

Olga Esparza, que trabaja en una guardería cuidando niños, pidió unos días de descanso para ir hasta la Ciudad de México donde le habían dicho que estaba su hija: según la Procuraduría, que tomó con más fuerza el caso tras las palabras que esta madre le dijo a Margarita Zavala, la esposa del presidente Calderón el 12 de febrero, en su primera visita a Ciudad Juárez tras la masacre estudiantil de 15 personas en la colonia obrera Villas de Salvárcar.

"Me siento bien", me dice Olga, la mamá de Mónica Janeth Alanis. "Tenía esperanza de encontrarla pero gracias a Dios que no estaba en un prostíbulo. Y ahora, qué sigue?".

Es sábado en Juaritos. Y Luz María Dávila, la madre de Marcos y José Luis Piña Dávila, de 19 y 17 años de edad piensa que en tres días se cumplirán dos meses sin sus hijos. Asesinados en la matanza de Salvárcar, a unas 8 casas de su hogar. Acaba de regresar de rezar el rosario en una de las casas de otro universitario asesinado.

Ayer fueron ejecutadas 10 personas en Ciudad Juárez. Hoy, 27 de marzo, vamos, por ahora, 6.
Más de 5 mil asesinados: 1.623 en el 2008, 2.754 en el 2009 y 575 más hasta hoy. Con sus 10 mil niños huérfanos. En una ciudad con ahora 7.600 fuerzas federales (5 mil soldados y 2 mil 600 policías federales, según datos oficiales). En dos años.

Luz María Dávila prepara la celebración del segundo mes sin sus dos únicos hijos asesinados el pasado 30 de enero. El martes, después de salir de su chamba en una fábrica maquiladora, llegará al parque de la colonia para unirse en una misa con las familias de los asesinados que todavía no han huído de Ciudad Juárez.
"No es fácil, por las tardes es muy duro. Ahora sólo quiero justicia para mis niños, para todos, para Ciudad Juárez", afirma Luz María Dávila, madre Marcos y Jose Luis Piña, de 19 y 17 años respectivamente.

Estoy releyendo mis reportajes de hace 12 años, cuando comencé a reportar la realidad de Ciudad Juárez. Ahí los expertos y activistas anunciaban, de alguna manera, el horror que se vive ahora. Eso sí, no hablaban de un nuevo ingrediente, una llamada guerra contra el narcotráfico como la que existe ahora. Decían que si no se lucha contra la impunidad, la corrupción y no se da un futuro a los jóvenes, Ciudad Juárez era una bomba a punto de explotar.

Una de las personas que me lo comentó fue el abogado Sergio Dante Almaraz, un Don Quijote de Ciudad Juárez, no sólo porque su despacho estaba lleno de recuerdos de este personaje literario, sino que poseía la locura soñadora de seguir luchando por lo que creía justo a pesar de las amenazas de muerte. Pensé que sería bueno volverle a preguntarle sobre la actualidad que se vive en Juaritos. Pero ya no puedo: A Dante Almaraz lo asesinaron el 25 de enero del 2006, como antes a su compañero de lucha, Mario Escobedo Anaya, que defendían, gratis, a los dos chivos expiatorios acusados del asesinato de las ocho mujeres encontradas en el campo algodonero: El Cerrillo y La Foca. Nunca se supo quién los mató.

Quien también me lo comentó fue el criminólogo Oscar Máynez -quien fuera jefe de periciales y medicina legal en Ciudad Juárez por año y medio, hasta el 2 de enero de 2002- formado en México y Estados Unidos. Y aunque renunció a su trabajo -al parecer porque se negó a plantar evidencia falsa para convertir al Cerillo y La Foca en culpables- es profesor de criminología en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Así que lo molesté un ratito y le hice estas preguntas:

-PREGUNTA: En Ciudad Juárez la ciudadanía tiene la percepción que la lucha contra el narcotráfico ha fracasado. ?Qué es lo que se debe de hacer, que no se ha hecho, para luchar contra el narcotráfico?

-RESPUESTA: El crimen organizado y la corrupción oficial van de la mano. Y al parecer, el gobierno mexicano no se ha esforzado para evitar controlar el lavado de dinero, la ausencia de un estado de derecho, la impunidad, la violación de derechos humanos y demás factores que surgen de un sistema de gobierno corrupto, que fortalece a los grupos criminales organizados.

-P: El Ciudad Juárez el reto está ahora en sobrevivir un día más, una hora más. Lo dicen las cifras oficiales de muertos, de 116 mil casas abandonadas y 10 mil negocios cerrados. ?Qué se puede hacer para acabar con este horror?

-R: La situación de Juárez requiere estrategias policíacas efectivas. No se entiende cómo después de haber invertido bastantes recursos y haber movilizado miles de policías y militares, la situación sólo haya empeorado. A largo plazo es imperativo que se establezca -por primera vez en la historia de México - un auténtico estado de derecho, que necesariamente repercutirá e los niveles de corrupción e impunidad.
Desgraciadamente ninguna de las acciones hasta ahora implementadas por el gobierno mexicano hacen pensar que se estén afectando a los intereses y la estructura de los grupos criminales.

-P:En este clima de violencia extrema, donde parece que el horror del feminicidio se ha "democratizado" a toda la sociedad, se cumplió ayer viernes un año de la desaparición de Mónica Alanis Esparza. ?Por qué siguen desapareciendo?

-R: En los veinte años que surgió este problema, el estado mexicano no ha hecho nada en serio para confortarlo. Por lo tanto, no debe sorprendernos que sigan desapareciendo.

Espero que dentro de 12 años no tenga que hacer de nuevo estas preguntas. Ni recibir estas respuestas. Aunque por otra parte sí. Significará que seguiré viva.

Y Olga Esparza, la mamá de Mónica Janeth Alanis, se despide con un: "Si sabe cualquier cosa, yo le agradezco que me llame".

El mismo ruego que me hizo hace 11 meses, cuando la entrevisté, al mes de desaparecer su hija.

Al cierre de esta nueva entrada no se recibió ni una respuesta oficial de la Operación Coordinada Chihuahua, liderada por el general Felipe de Jesús Espitia.

2 comentarios:

  1. Judith,

    Es desgarrador lo que relatas, porque es una muestra más de como continua desengrandose Cd. Juárez ante la mirada soberbia de un presidente ausente e inepto como lo ha demostrado a pulso Calderón, incluso hasta el perdió la Fe en su nombre por lo tanto a partir de ahora lo conoceremos como Lipe Calderón y no Felipe.
    En el momento que desaparezcan las hijas de los gobernantes se preocuparan por investigar los feminicidios; hasta que maten a los universitarios, hijos de políticos, harán algo; sin embargo sabemos que eso no ocurrirá, porque ciertamente el narcotráfico y la impunidad caminan de la mano de la corrupción de las autoridades en sus tres niveles de poder.

    Saludos desde el D.F.

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  2. Gracias por tu labor, que ojalá mueva en algo las conciencias de quienes tienen en sus manos hacer algo porque esta terrible situación cambie. Tu ejemplo nos da valor para gritar nuestra inconformidad.

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