Golpes en los ojos. Patadas en el cuerpo. Los policías municipales de Ciudad Juárez bajo el mando del teniente coronel Julián Leyzaola les aseguran que saliendo a la calle van a ser su terror, que a ver si les quedan ganas de hacer sus marchitas.
Salen libres: 29 ciudadanos que participaban el martes en una manifestación dentro de las jornadas de Coraje y Resistencia en Juárez del movimiento global de los indignados: la víspera de la tradicional celebración mexicana del Día de los Muertos en una ciudad donde desde hace cuatro años todos los días son de muertos: 9.782 asesinatos (por ahora) bajo el imperio de la impunidad: un 97 por ciento sin saber nunca quién fue el sicario según datos oficiales, con un 3 por ciento de justicia: a veces, con inocentes convertidos en culpables bajo tortura y pésima representación de los abogados de oficio).
Las imágenes y fotos captadas por los propios manifestantes y subidas al internet han sido cruciales para mostrar qué pasó de verdad. Igual que ocurrió con el ataque de hace un año a otra manifestación pacífica donde la Policía Federal disparó a matar a los ciudadanos y casi mata al estudiante de sociología Darío Alvarez Orrantia (http://juarezenlasombra.blogspot.com/2010_10_01_archive.html) bajo los gritos de los juarenses que se atreven a salir a las calles a gritar la injusticia a pesar de las balas, las extorsiones, secuestros, las amenazas y desapariciones desde que comenzó la llamada guerra contra el narcotráfico del presidente de México Felipe Calderón. Y que se resisten a no hacerlo: muchos de los que estaban en esta última manifestación estaban en la que resultó baleado el alumno de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
Todo comenzó en la tarde del martes 1 de noviembre. Un grupo pequeño, como de unas treinta personas, comenzaron a pegar cruces de papel rosas y blancas con engrudo (una mezcla de harina y agua con colorante rosa para imitar el color de la sangre) sobre bardas, lugares abandonados y negocios transnacionales como bancos o restaurantes de comida rápida. Una por cada uno de los asesinados.
"Pasaron algunos (policías) federales con miras telescópicas y algunos municipales un poco antes de que cruzaran la calle hacia el banco, llegó un gran contingente de patrullas de la policía municipal, unas 40, pegando a los manifestantes desde menores de edad, mujeres, ancianos", recuerda Memo León, uno de los manifiestantes.
"Gritaban los policías que agarraran a los de las cámaras. A mí no me detuvieron porque corrí varias veces pero golpearon y detuvieron a dos reporteros gráficos", explica.
"Como no dejaban entrar ni siquiera a un abogado ni al visitador de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (Gustavo de la Rosa) decidimos pegar las cruces sobre el edificio de la estación de policía y los agentes salieron con armas largas. Yo llevaba dos litros de engrudo y les aventé un chorro y me agarraron a patadas y me arrestaron con otros 15 (manifestantes)", dice Julián Contreras, licenciado en filología desempleado, vecino de la colonia Villas de Salvárcar donde participó en la fundación de una biblioteca en una casa abandonada y varios servicios educativos para los adolescentes desde que se produjo la masacre donde fueron asesinadas 15 personas en una fiesta estudiantil.
Durante su detención de poco más de un día vivieron el sistema. Al conocido activista Gero Fong, del Frente Plural Ciudadano, se le intentó fijar cargos falsos de posesión de "tres kilos de marihuana y de cristal" mientras se le amenazaba de muerte "te va a pasar lo mismo que a Géminis Ochoa (líder de vendedores ambulantes asesinado tras denunciar extorsiones de las fuerzas de seguridad). Te vamos a chingar".
"Allá dentro no hay sicarios, lo que hay es pura gente jodida. A toda la pobretada los encueran y les pegan, los ponen a hacer sentadillas", afirma Contreras, de 30 años de edad.
La Fiscalía General del Estado mantiene carpetas de investigación contra los indignados por lesiones contra policías municipales y a la propiedad. El Secretario de Seguridad Pública Municipal Julián Leyzaola asegura que los manifestantes tendrían que haber pedido permiso para poner las más de 9 mil cruces y que continuará aplicando la ley.
Leyzaola llegó al mando de la Policía Municipal de Juárez en marzo. Lo hizo desde Tijuana con una carpeta de investigación abierta por torturas a cinco hombres detenidos arbitrariamente según la Procuraduría de Derechos Humanos y Protección Ciudadana del estado de Baja California.
Desde su llegada, a petición de los empresarios de Juárez (muchos de los que organizaron un evento durante las dos pasadas semanas llamado Juárez Competitiva -con dinero del gobierno, de los juarenses- para cambiar la imagen de la ciudad mientras los asesinatos y la injusticia social continúan), su actuación se ha caracterizado por la mano dura, con la acusación de la desaparición de al menos tres personas a manos de la Policía Municipal bajo su mando.
Ahora, tras la manifestación, la Policía Municipal de Ciudad Juárez se enfrenta a tres denuncias más: la de los dos reporteros gráficos agredidos y detenidos a los que se les privó de su material periodístico, la de los manifestantes y la de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
- ¿Qué has aprendido de esta detención?, pregunto a Contreras.
-"Quieren eliminar todo el foco de resistencia, y todos los activistas que denuncian la estrategia de represión, de limpieza social. No les salió como querían porque otra vez lo activaron y la solidaridad se dejó sentir. Los activistas en Ciudad Juárez estamos en mucho riesgo y se necesita crear acciones para generar organización.
Aquí no hay una guerra contra el narcotráfico sino una ola de represión con ese pretexto. Lo que estamos viendo que ahí (detenidos) no están los grandes capos.... Es la droga de las barriadas y esto se soluciona atendiendo con políticas sociales integrales.
Responsabilizamos en la generación de los diferentes vertientes de la violencia al estado: por sus nexos e imbricaciones con el crimen organizado, por su indiferencia para detener la violencia económica, por su purga de los bajos extractos de la criminalidad y de los sectores indeseables desde la lógica del capital con pretexto de la supuesta guerra contra el narcotráfico. Se está matando a los pobres de los pobres, a los más excluídos".
****Lo que ocurrió en vídeos:
(Fotos y dos primeros vídeos de Memo León. Tercer vídeo de Marrito): *Parte 2: http://www.youtube.com/watch?v=3WWlLFsAiAw
*Manifestantes liberados denuncian amenazas: http://www.youtube.com/watch?v=ZhxWU9bLiJM
*Manifestantes liberados denuncian amenazas: http://www.youtube.com/watch?v=ZhxWU9bLiJM
Es tremendo y vergonzoso Judith lo que hemos podido ver. Lo que está claro es que no van a poder callar las voces que gritan la verdad; piden justicia y se revuelven mil veces. Quiero creer que nada de esto va a caer en saco roto
ResponderEliminar¡¡ÁNIMO A LOS VALIENTES!!
dios nos libre de querernos imponer sus ideas marxistas socialistas comunistas tan viejas y obsoletas que no van con la realidad en que vivimos...
ResponderEliminarEs horroroso y criminal lo que el estado le hace a la población de esa ciudad y de todo el país. Somos golpeados por la ineptitud y, ahora, por la insensibilidad e incapacidad. No tengo palabras para comentar este absurdo, escapa de mi comprensión. Pero algún día, vamos a institucionalizar el orden y la razón y no nos volverá a pasar. Que la indignación mueva la razón, porque es urgente que no se vuelva a vulnerar ni un derecho.
ResponderEliminarMi corazón y mi esfuerzo esta con Ciudad Juárez y con todo mi país. Cuídense mucho!
El tiempo se agota y si no hacemos nada la sociedad civil en contra de la injusticia y la arbitrariedad del gobierno mexicano, lo lamentaremos; está claro que no importa el color del partido que gobierne en México, porque al final todos son igual de corruptos y ladrones. Es momento de expresar nuestro repudio a los falsos gobernantes y políticos; la sociedad es la que realmente tiene el poder.
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