viernes, 29 de marzo de 2013

No son María ni cargan la cruz como Jesús, su vía crucis es por sus hijas desaparecidas en Juárez



"Nosotros sentimos el dolor que la Virgen María sintió. Venimos cargando la cruz: no sabemos si están vivas, si están muertas y es peor porque ya si están muertas sabemos que están descansando con Dios".
Perla, mamá de Jocelyn Calderón Reyes, desaparecida a los 13 años de edad, el 30 de diciembre de 2012.




Aplausos dibujados con las manos: en silencio. Hasta que los vecinos van uniéndose a ellas, acompañándolas por las calles de las colonias San Felipe del Real y Francisco I. Madero. Lágrimas de reflexión. Es la Marcha del Silencio, que se celebra cada Viernes Santo, en recuerdo de la noche en la que la Virgen María lloró por la muerte de su hijo Jesús, caminando hacia donde sería crucificado. 

Los cuatro asesinatos -entre ellos los de un padre y su hijo-, los vía crucis y las marchas del silencio han marcado esta jornada de Semana Santa. En una Ciudad Juárez donde la religión católica es la mayoritaria, algunos han recordado a Jesús de Nazareth cargando -literalmente- una cruz.

En las veinte cuadras que rodean la iglesia de Santa Cecilia, donde viven las familias de diez niñas y jovencitas desaparecidas en los últimos tres años, no hay la representación de un Cristo viviente. Sino la realidad. Para las mamás y los papás de desaparecidas en Ciudad Juárez esta cruz forma parte de su ser y esta noche la representan con mantas con las fotos de sus hijas que cubren sus cuerpos. De esta parroquia, parten los fieles con doce mamás y papás de desaparecidas que han sido bendecidos por el  padre Aurelio Saldívar de Luna.

"La Marcha del Silencio es acompañar a María en su dolor", dice el sacerdote. "Lo hacemos en este sentido de estas desaparecidas, una gran mayoría son de nuestro territorio parroquial. Acompañamos a estas mamás que están viviendo su propio vía crucis por la desaparición de sus hijas. El discurso de las autoridades es que resuelven las mayoría de los casos. Lamentablemente, el discurso es uno y los hechos son totalmente diferentes. Los hechos no están claros en cuanto que no hay respuesta, muestra de ello tenemos aquí a las mamás":


Anita, mamá de Jessica Ivonne Padilla Cuéllar, desaparecida a los 16 años el 7 de julio 2011 y madrastra de Viridiana Padilla Vázquez,  desaparecida a los 21 años, el 16 septiembre, dos meses después de su hermana:

"Esta Marcha es por el duelo de la Virgen María por su hijo Jesús. Cada una de nosotras como madres estamos viviendo ese duelo, por la ausencia de nuestras hijas. A lo mejor nuestros ojos no constatan que las estén golpeado como fue en su momento al señor Jesús, pero desde el momento que están lejos y fuera de su hogar, no viven en un lecho de rosas... y entonces de alguna manera se representa en la vivencia de cada una de las mamás. Se vive ese duelo de la Virgen María porque somos mamás. 
Y yo le pido a la Virgen que así como ella vivió ese duelo, que no permita que nuestra agonía dure más, que ella interceda por cada una de estas niñas y de estas familias para que ellas regresen  a su hogar sanas y salvas. 
Se vive un vía crucis,  las 24 horas del día, los 30 días del mes, los 365 días del año, cada momento, cada instante... y también por ella misma nos fortalecemos y estamos de pie. Si bien ella misma padeció en carne propia el padecimiento y el dolor de ver torturado a su hijo, de verlo torturado y crucificado en la cruz, también estuvo allí, con la esperanza que todo iba a pasar y va a ser mejor. 
Así lo veo con la esperanza de que todo va a pasar pronto y vamos a tener la oportunidad de volver a ser felices".




Lucy, mamá de Nancy Navarro, desaparecida a los 18 años de edad, el 13 julio 2011:

"En este lugar me siento a gusto por toda la solidaridad de la gente, esto no nunca se había visto que la iglesia nos diera un espacio para que las mamás marcháramos. Es como pedir justicia divina. 
El verdadero vía crucis es el que nosotras las madres estamos sufriendo, no saber dónde están nuestras hijas. 
Es una cruz muy pesada que no nos deja salir adelante, que nos está deteniendo nuestra vida normal que nosotros teníamos antes de estar en esta situación". 







José Luis, papá de Esmeralda Castillo Rincón, desaparecida a los 14 años de edad, el 19 de mayo de 2009:

"Esta marcha que estamos haciendo en silencio y en especial este día es para pedirle a nuestro Padre, porque sólo él nos va a dar justicia que si es posible que nos las regrese con vida, y sino que se haga su voluntad. 
Esta marcha tenemos mucha reflexión, mucha fe en nuestro Padre, fe en las autoridades ya no tenemos confianza. Estamos completamente defraudados porque las autoridades lo que están haciendo es buscar restos y nosotros lo que necesitamos es que las busquen con vida". 

Rosa María, mamá de Diana Rocío Ramírez Hernández, desaparecida a los 18 años de edad el 1 de abril de 2011:

"Cargamos la peor de las cruces. El lunes van a ser dos largos años en que no hemos sabido de ella. Salió al centro al mediodía a verse con una amistad y no volvimos a saber de ella". 





2 comentarios:

  1. Y seguiremos en esta lucha...cada una a su manera, yo desde la humildad de un blog y algunos libros que tengo por ahí autopublicados...sin sacar el dedo del renglón, pues la violencia en nuestro país TIENE QUE SER ERRADICADA...Y EL
    FEMINICIDIO TINE QUE SER CASTIGADO CON TODA LA FUERZA DE LAS LEYES..¡QUE YA EXISTEN! ... ya es demasiado...

    Abrazos solidarios


    Mi solidaridad y afecto...

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  2. Si....Por desgracia, Estas son las pasiones" de
    nuestro siglo". Me gustaría que toda esta gente que sufre por fín llegaran a encontrar consuelo y comprenión y que se llegase a terminar "su pasión"

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