domingo, 8 de noviembre de 2009

Manejo de armas de fuego: primera clase para periodistas


Al llegar este sábado al curso sobre "criminalística y periodismo de alto riesgo", organizado en Ciudad Juárez por la Secretaría de Seguridad Pública Estatal de Chihuahua (SSPE) y la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos (FAPERME), me pregunté si no me había equivocado de clase.
La primera lección: "manejo de armas de fuego", impartida por Jesús David Castañeda, Instructor de la Escuela Estatal de Policía. Castañeda -un chavo de 30 años que antes de ser policía fue militar- explicaba con pelos y señales cómo se disparan las armas y otros detalles, como su mecanismo y clasificación. Las armas que uno ve en Ciudad Juárez tras los más de 3,600 asesinatos en los 19 meses desde la llamada guerra contra en narco del Presidente Felipe Calderón, llegaron hasta una sala de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
El Secretario de Seguridad Pública, el juarense Víctor Valencia de los Santos, me explicó que este curso, pionero en el país, surgió tras varios incidentes de los militares con los periodistas. El objetivo, en resumen, entenderse. Esperemos que sin "chayote".
La sala estaba casi vacía. Y llena de colegas desconocidos. Ninguno de los que tuvieron esos incidentes. Jesús Meza, el presidente de la Asociación de Periodistas de Ciudad Juárez, me comentó, con grabadora abierta, que los periodistas de Ciudad Juárez quieren formase pero que no se sentían cómodos con esta convocatoria del gobierno. Pero el periodista Roberto Piñón Olivas, el presidente de la FAPERME, deslumbraba alegría. Sobre todo, tras la clausura, con militares interpretando el himno de México con las autoridades presentes, como Héctor García, el delegado de la PGR. Este curso, según él, servirá para salvar muchas vidas de los periodistas y no hacer tonterías, como las de Brad Will.
Para los colegas que se perdieron esta sesión, tranquilos. Porque al parecer el próximo viernes, 13 de noviembre, habrá un curso similiar en la Ciudad de México. Aquí, en la ciudad que se resiste a morir, recordaremos el primer año del asesinato -bajo el imperio de la impunidad- del periodista Armando Rodríguez, al salir de su casa, y tras escribir unas notas que vinculaban con el narcotráfico a familiares de la Procuradora del Estado de Chihuahua. Lástima que Armando no estuvo en este curso. "Quizá, con él, hubiera estado vivo". Son palabras literales de Piñón Olivas.

***En México han sido asesinados 39 periodistas, desde 1992. Cinco de ellos este año. Y siete están desaparecidos desde el 2005. La mayoría de ellos informaba sobre crimen organizado o corrupción gubernamental. Son datos del Comité de Protección de Periodistas (CPJ), con sede en Nueva York.

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