martes, 25 de enero de 2011

Lo mataron, pero no pudieron con su mensaje: el abogado Sergio Dante Almaraz, cinco años sin él
































Un día como hoy: 25 de enero. De hace cinco años. El abogado Sergio Dante Almaraz Mora es asesinado.

Conocí a Dante Almaraz hace tantos años que no me acuerdo. Lo que sí recuerdo con exactitud son sus palabras, sus gritos de justicia, su denuncia a las autoridades, su mensaje: adelantó todo el horror que estamos viviendo en mi querida Ciudad Juárez, pero sin imaginar un nuevo ingrediente: la llamada guerra contra el narcotráfico del presidente Calderón.

Por eso, pensé que sería bueno recordar a este abogado incorruptible, valiente, brillante y soñador. En una ciudad donde los asesinatos son noticia hasta el siguiente muerto (en unos minutos, a veces) y los funerales se topan con los aniversarios del dolor.

Cuando lo asesinaron, su hija Marisol Almaraz se encontraba en reposo absoluto por su embarazo.

"Lo recuerdo día a día, pero cada 25 de enero asistimos a misa a recordar no su asesinato, asistimos a dar gracias a Dios por ese hombre tan maravilloso que fue mi padre", afirma Marisol, de 27 años, que ha regresado a estudiar Derecho.

"A una pérdida tan grande sólo queda el sobrevivir, y es difícil, pero con el ejemplo de fortaleza que mi padre dejó grabado en mí, se me hace un poco menos difícil luchar día a día con su ausencia", añade.

Pienso en los que se quedan. En los miles que sobreviven a los asesinados. Recuerdo aquellas fotos que le tomé antes de que le arrebataran la vida, que comparto ahora con vosotros. Y aquel encuentro hace dos años con el hijo de Dante Almaraz en su despacho:

*LOS ABOGADOS

El abogado Sergio Almaraz Ortiz, de treinta años, está sentado en la misma silla en que lo estaba su padre cuando lo entrevisté por última vez, antes de que lo mataran el 25 de enero de 2006. La primera ocasión en que llegué a este despacho fue tras el asesinato de su compañero de lucha, Mario Escobedo Anaya, con el que defendió a los dos chivos expiatorios acusados del asesinato de las ocho mujeres encontradas en el campo algodonero.

En aquella ocasión Sergio Dante Almaraz Mora, el padre, me comentó: “Cuando la policía mató a Mario, no salí de la casa en tres días. Me llamaron y me dijeron que el próximo era yo. Estoy consciente de que no puedo escaparme de ellos. No voy a llevar un arma y cuando quieran matarme, lo harán” (“Las muertas de la frontera”, El País, España, 13 julio de 2003).

Sergio Dante era el Quijote de Juárez. Lo suficientemente loco y soñador como para seguir defendiendo a su acusado, el conductor Víctor García Uribe, “El Cerillo”. Además, gratis.

Quise regresar a este lugar.

–Se parece a su padre. Al verlo parece que lo estoy viendo a él, pero sin sus bigotes elegantes, discúlpeme.

–Yo quisiera parecerme no sólo en su físico sino en su sencillez, en su don de gente. La muerte de mi padre significa para mí muchas cosas: un acto de heroísmo, y mucha frustración también. Uno se pregunta “por qué mi papá no dejó de decir esto, de hacer aquello”, porque así estaría aquí conmigo. 
Pero pedirle que hubiera dejado de hacer algo habría sido como pedirle que renunciara a su propia existencia, cuyas enseñanzas hoy me permiten ser el profesionista que soy. Ayudamos a nuestra comunidad, a gente necesitada. Somos gestores de mucha gente humilde, pero vivimos de esto también. Es nuestra profesión, las armas que él nos dejó para subsistir.

–Trabaja en su misma mesa, al lado del decálogo del abogado que tanto me repitió su padre cuando le pregunté si valía la pena arriesgar la vida por defender a alguien.

–Extrañé mucho este lugar en Estados Unidos. Este lugar es especial, siento la presencia de mi papá. Quince días después de que mataron a mi papá llegaron las amenazas de muerte, que dejáramos de investigar. Nos tuvimos que ir. Fue muy duro sentirse perseguido. Yo estoy orgulloso de ser mexicano. Mis dos hijas son mexicanas. Yo decidí, viviendo en la frontera, que ellas nacieran mexicanas.

–¿Qué hizo en Estados Unidos? ¿Cómo sobrevivían?

–Hicimos paletas y nieves. No me importaba trabajar en el más humilde de los trabajos, pero me sentía infeliz lejos de Ciudad Juárez. Siento un amor enfermizo por esta ciudad. A los seis meses regresamos. El asesinato de mi papá nos hizo redefinir nuestras estrategias. Adquirimos el compromiso de familia, porque somos una familia de abogados, de no atender casos criminales. Y eso se debe a que no tenemos en nuestro sistema municipal ni estatal ni federal la garantía de que se respetará el ejercicio de la profesión.

–Nunca se supo quién mató a su padre.

–Ni se sabrá. Le puedo decir que hoy los funcionarios asignados por la Procuraduría a la investigación del caso de mi papá están muertos, fueron blanco de ataques. Además, la procuradora nunca informó de los detalles de la investigación. El estado tiene la obligación de dar a los ciudadanos la certeza de que quien atente contra la vida tendrá que responder ante la justicia, pero en una ciudad donde hay decenas de muertos cada día... A pesar de la descomposición, de ese temor, nuestra vida tiene que seguir. Seguimos saliendo a llevar a nuestros hijos a la escuela, a trabajar, no a divertirnos. Nos divertimos en casa, no en restaurantes. El estado, por lo pronto, se limita a decir que los ciudadanos de bien no debemos preocuparnos, que la lucha es entre el crimen organizado.

El 6 de enero de este año la historia se repitió. Los abogados Mario Escobedo Salazar, de 59 años, y su hijo, Edgar Escobedo Anaya, de 33, fueron asesinados en su despacho. Su otro hijo, Mario Escobedo Anaya, socio de Sergio Dante Almaraz, ya había sido asesinado por agentes de la desaparecida Policía Judicial del Estado, finalmente exonerados. La familia Escobedo huyó a Estados Unidos. Quedan sólo dos hijos vivos, uno de ellos abogado.

Por otro lado, quien ahora representa a uno de los dos nuevos acusados por los crímenes del campo algodonero, el abogado Abraham Hinojos Rubio, de 35 años, aumentó su protección tras los nuevos asesinatos de sus ex compañeros de despacho y de caso. El licenciado representa a Édgar Álvarez Cruz, que a pesar de haber sido exonerado sigue en la cárcel.

Hinojos trabajó con los Escobedo durante tres años. Casi de inmediato se enfrentó al primer asesinato en el despacho, por el mismo caso que ahora representa, pero defendiendo a otro inocente al que buscan convertir en culpable. Esta vez encontraron al chivo expiatorio en Denver, Colorado; se trata de un inmigrante indocumentado en Estados Unidos. La detención de Álvarez Cruz fue calificada como “un importante avance en la investigación de los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez” por el ex embajador de Estados Unidos en México, el tejano Tony Garza, que mantiene una excelente relación con la procuradora de Chihuahua.

–¿Qué ha aprendido en todo este proceso? –pregunto a Hinojos.

–Que el enemigo está en casa. Es el propio gobierno. Son personas que delinquen en corbata, que incluso se atreven a encarcelar los sueños de personas que están a miles de kilómetros, antes de hacer una investigación científica y profunda, siguiendo la ley.

*Este es un extracto de un reportaje que publiqué en mayo de 2009 en la revista mexicana Letras Libres.


10 comentarios:

  1. Hola Judith, he llegado a tu blog desde el enlace que tiene el de Maruja Torres y estoy muy impresionada por tu trabajo. Soy una española, que como tú, se enamoró de México hace muchos años aunque no me fuí finalmente a vivir allí, por diversas circunstancias. Estoy muy interesada en el problema del narco: lo que para tí es Juárez, para mí es Culiacán, hazte cuenta. Estuve a punto de irme a vivir allá para estudiar la narcocultura, tema este que me parece fascinante (en la connotación más negra, no quiero parecer frívola).Tengo muchos amigos periodistas allá, conozco el terreno y vivo el horror al que se enfrentan cada día por su trabajo, por su condición de ciudadanos.
    Admiro tu labor, te seguiré y desde Madrid, te envío mi apoyo y mi disposición por si se te ofrece algo.

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  2. ¿Qué clase de mundo es éste que puede mandar máquinas a marte y no hace nada para detener el asesinato de un ser humano?

    José Saramago
    Un abrazo Judith
    Blanca R

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  3. judith, Te admiro y te quiero mucho por estar en nuestro juaritos tan maltratado.

    Yo soy juarense desde los 13 años, vivi en otras 2 ciudadesd demexico, en ningun lado he encontrado tente tan fraternal como en Juárez.

    Quiero mucho a Juárez y Te mando la más alta de las Bendiciones, Dios Te Protege y te seguirá protegiendo por siempre, Un abrazo grande, Gracias infinitamente por escuchar a las victimas, por ser tan valiente y por dar un ejemplo de la Verdad.

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  4. TODO ESTO ES RESPONSABILIDAD DEL PRI Y SUS GOBERNANTES QUE ESTAN ALIADOS CON LOS ZETAS, DEL PRI HAN SALIDO ESTOS SICARIOS Y CARNICEROS PARA DESESTABILIZAR AL PAIS Y QUE LA GENTE VUELVA A PONER EN LOS PINOS A PEñA NIETO...YA LO VERAN YA LO VERAN...

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  5. la desgracia de mexico es la falta de oportunidades, la falta de fuentes d e trabajao que llevan en su desesperacion, a la gente, a cojer cualquier tipo de trabajo, sea cual sea, si tus hijos tienen hambre....y no me vale eso de que yo si tengo oportunidades..porque hay circusntancias, no todos hemos tenido la buena seurte de tener esas oportunidades de unbuen trabajo, y nuestros politicos , con ese "prestamo" "para combatir" el narco, desde etnocnes todo empeoró, entro la policia federal, el ejerfcito ytodo emporo, porque nadie vemos mejoria en el pais, si no al contrario, quien le dijo a neustro presidente qeu necesitabamos unprestamo de guerra,????? asi e s ocmo los paisees ricos se enriquecen??? con el dolor y la sangre inocente y pobre??? PUES SI!!! SI SEÑOR ASI ES!!!!!, todo lo debemos alos malos gobiernos ...a pero en mis ay rezadno, mientras del otor lado matando

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  6. te adoro por todo lo que hiciste. díos te benediga!!!
    saludos de Alemania

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  7. Cuando hablamos de la pelona en América Latina, podríamos decir que cada quien siente el olor de la fritura en proporción con la distancia de la sartén: La dolorosa tragedia de Ciudad Juárez es apenas el inicio de lo que fue y sigue siendo la violencia paramilitar en el campo colombiano, y ni recordar los sufrimientos de Guatemala y El Salvador, en tiempos aun latentes. Valiente tu labor. Imprescindible tu blog.

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  8. Hola Judiht
    Te felicito que desde el angulo de tu profesión das a conocer la situación real de aquella entidad de mi patria, que nosotros como mexicanos solo deducimos que asì sucede, en este país donde vivimos en el auto engaño, en impunidad y que la justicia social no llega.
    La verdad me impresionaste en la forma en que expresas la situación en la que viven mis compatriotas, pero, sobre todo el interés y empeño de que salga a la luz del mundo.
    Te escuche en la entrevista que tuviste con Paco Zea conductor de la estación de radio 98.5 de FM, el día miércoles 1 de junio 2011.
    saludos

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  9. JUDITH, EN LA SEMANA QUE PASO TE CONOCI AL ESCUCHAR LA ENTRVISTA CON CARMEN A., ME IMPRESIONO TU FORTALEZA Y PASION POR LO QUE HACES. LEI TU LIBRO, Y JUNTO CON EL POETA SICILA Y SU INVITACION A PARTICIPAR EN "LA MARCHA POR LA PAZ", ME HAN MOVIDO A PENSAR Y ACTUAR, EN BUSCA DE UN MEXICO DE RESPETO, TOLERANCIA Y BIENESTAR.
    FELICIDADES, RECIBE UN ABRAZO.

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  10. Hola, yo fui amigo de Sergio, nos conocimos cuando ambos eramos estudiantes en diferentes Instituciones y junto con varios amigos, nos reuniamos en la Cd. de México, Tlaxcala y "Juaritos". Compartimos la comida, la fiesta, el baile, nuestros libros y sueños, tiempos idos y maravillosos en el que planteabamos un México con justicia e igualdad. En 2001, que platicamos en diversos sitios de su Ciudad, desilusionados de la vida política del País, no pudimos volver el tiempo atras. Amigo en este sitio lleno de injusticias y desigualdad, se te extraña. Tu cuate que también, igual que tu se hizo profesionista por partida doble, no pude cambiar la situación.
    Un saludo y abrazo a tu Familia.

    J.R.G.

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