sábado, 20 de abril de 2013

Dos semanas: con su hija enterrada, amenazas e intentado huir para proteger al resto de sus hijos

Yadira y Moisés con tres de sus cuatro hijos, vivos. Y María Guadalupe de la Cruz, víctima de feminicidio, en una foto.

La última vez que supe de ellos fue el día del entierro de su hija. Hoy, dos semanas después, regresé a su colonia, la Azteca, una de las más azotadas por la violencia, ahora entre los recuerdos de los que no están: delante del hogar de la familia de María Guadalupe de la Cruz Francisco han sido asesinadas dos personas, detrás una, en la esquina, otras tres.... Es como si cada calle tuviera una historia de balazos, cadáveres e impunidad. La suya tiene además una desaparición, la de su hija, a los 17 años de edad, que se desenlazó en un feminicidio. Y una iglesia, abandonada. En un paisaje de arena que se levanta con el viento y que intenta ser una carretera en pendiente.

Poco antes, dos agentes investigadoras del ministerio público acababan de llegar al lugar. Preguntaron por Yadira, la mamá de la adolescente desaparecida y asesinada, pero ésta se encontraba fuera en una reunión con otras señoras cristianas. Así que hablaron con Moisés, el papá de María Guadalupe. Tres niños de 14, 10 y 2 años correteaban en el patio de la casita de un solo cuarto que no tiene cocina ni refrigeradora, en la que apenas caben tres colchones en los que duermen. En uno de ellos, había una Biblia.

"Queríamos hablar con ella porque ya no vamos a regresar", recuerda que las agentes le comentaron.
Las oficiales decidieron preguntarle a él sobre la cicatriz que tenía su hija, operada del apéndice. "Vayan mejor al Seguro Social y le van a dar toda  la información...(les dijo). Me dí cuenta que realmente esas personas están desviando la investigación, no se están enfocando a investigar quiénes asesinaron a mi hija".

De un pequeño espejo roto, colgado en la pared, surge la foto con la que María Guadalupe de la Cruz fue velada. Es la única foto que tienen reciente de ella y se la tomó cinco meses antes de desaparecer el pasado 4 de febrero. Una vecina se la obsequió para ponerla en el ataúd. Con ella intentan acostumbrarse a su ausencia aunque su hermano de 10 años no asume aún que su María Guadalupe esté muerta. "No quiero a mi hermana así, yo la quiero viva". Y su hermana de 14 años, la recuerda realizando comentarios de las cosas que hacía, de cómo era, de cómo le gustaba cocinar carne molida.

Han decidido que se quieren ir de Ciudad Juárez, la ciudad a la que Yadira y Moisés emigraron hace dieciséis años desde Oteapan, en el estado de Veracruz, buscando el sueño de trabajar en una fábrica maquiladora. Tienen miedo por sus vidas y sobre todo, quieren proteger a la hermana adolescente de esta víctima de feminicidio cuyos restos aparecieron tirados en un terreno baldío detrás de la maquiladora Electrolux, el 26 de febrero.

El matrimonio ha solicitado el apoyo de la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas de Delito por Razones de Género -para proteger a sus hijos de las amenazas de muerte y del temor a que su hija de 14 años desaparezca también- trasladándose toda la familia a Veracruz. Necesitan los boletos de autobús y asistencia para encontrar un lugar adonde llegar con sus cuatro hijos y comenzar a vivir mientras encuentran un trabajo.
Las autoridades les aseguran, ahora, que podrían ayudarles pero sólo con los pasajes del bus aunque para esto el padre de familia tendría que quedarse en Juárez "hasta que se resuelva el caso". Pero ellos no quieren desintegrarse como familia. Incluso, por el momento, prefieren quedarse en México para seguir las investigaciones de su hija que pedir asilo político a Estados Unidos.

"Gracias a Dios nos hemos sentido fortalecidos, no es lo mismo cuando falta uno de la familia pero desgraciadamente hoy nos pasó esto. Pero lo que más quisiera yo es que la autoridad de Ciudad Juárez se pusiera a trabajar, han pasado veinte años que han desaparecido jovencitas en Juárez cuando en Estados Unidos cuando hay un delito, encuentran a los culpables como en la masacre de Boston. Lo que me da a entender es que las autoridades de Ciudad Juárez no están haciendo su trabajo y buscan a chivos expiatorios como en muchos casos se han dado. Si realmente hay agentes especializados, dónde están las desaparecidas o realmente a quién protegen... dónde está la justicia entonces", dice Moisés de la Cruz, un guardia de seguridad desempleado, de 41 años, la edad en donde en esta ciudad es difícil conseguir un trabajo en una fábrica maquiladora.

"Realmente estas personas o no hacen su trabajo o para quién están trabajando porque si trabajaran para brindar seguridad a la comunidad, realmente mi hija estaría hoy viva. Ya aportamos los testigos y no han ido a verlos. Aquí el gobierno de Chihuahua lo que quiere es tapar el sol con un dedo y decir que no pasa nada. Quieren que entre más economía a Ciudad Juárez, para que puedan invertir y haciendo un lado lo que está afectando a la comunidad, las desapariciones, los feminicidios, los asesinatos es lo que realmente se debe de enfocar el gobierno, de dar seguimiento y dar con los culpables".

Comienza a atardecer en Juárez, con su magia de ocres y rojizos en un cielote inmensamente hermoso, y Yadira, de 39 años, regresa de la reunión con su grupo cristiano:

"Nunca pensé que nos iba a tocar, que a mi hija le fuera pasar esto".
http://juarezenlasombra.blogspot.mx/2013/04/tres-dias-en-bus-para-encontrarse-con.html



***Esta noche fueron asesinadas tres personas. El horror, vivo en los niños que sobrevivieron al ataque ocurrido en una fiesta infantil en la calle Salvador Dalí, de la colonia Parajes del Sol. De dos de ellos, se saben sus nombres. Leobardo Roberto Javier tenía 38 años de edad y Oscar Humberto Campos Cano, 44 años. 
La noticia, en el universo informativo, sigue siendo el ataque, el lunes, al maratón de Boston: con sus tres asesinados, los 184 heridos y los dos asesinos localizados tras una búsqueda protagonizada por más de 9 mil agentes. De las más de 30 personas muertas en Somalia por coches bombas y los heridos -unas horas antes de la tragedia en Boston- apenas hay información en medios italianos y británicos, de los que fue colonia, ni en los medios francófonos que se destacan por una mayor cobertura del continente africano. 
Hay días en los que me pregunto qué hay que hacer para que todos los muertos (y los que sobreviven a sus asesinados) cuenten. Y la historia trágica no vuelva a repetirse.

3 comentarios:

  1. Muy buen trabajo, espero que gracias a el se solucionen casos tan horrendos como este. Un saludo!

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  2. Su trabajo es bueno, para declarar el tema de las injusticias que casi todas las personas olvidan. Me gustaría saber más sobre las situaciones de las que vivien en Ciudad Juárez cuando la policia interviene en las calles

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  3. Saludos Judith te felicito por tu incansable trabajo delatando a traves de tu blog tanta injusticia que parece que no tiene fin. Yo no veo que desaparescan a hijas de la burguesia de chihuahua de empresarios,banqueros,politicos o del gobierno tal vez si ha ellos les pasara lo mismo entonces tomarian cartas en el asunto. No es que les deseo eso pero en italia fue lo que paso y fue cuando empezaron a desorganizar algunos carteles.

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